¿Cómo es?

La parte más divertida de la cata es explorar los aromas y sabores de cada vino. Al comenzar, se recomienda observar el color y la claridad, seguido de una inhalación profunda para captar los aromas. Luego, cada uno puede dar su opinión sobre el sabor, notando las notas frutales, florales o especiadas que emergen en el paladar. A medida que avanzan, pueden realizar comparaciones entre los vinos, discutir sus preferencias y tal vez descubrir un nuevo favorito.

Al final de la noche, no solo habrán disfrutado de una variedad de vinos, sino que también habrán creado memorias compartidas, uniendo el placer del vino con la alegría de la buena compañía.